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Archivos Mensuales: marzo 2013

Memantina y/o Donezepilo para la demencia de Alzheimer moderada o moderadamente grave VS, la ley de a “menos cabeza, más corazón”

INTRODUCCIÓN A FÁBULAS DOCENTES EN EL PAÍS DE LA MEDICINA

 elefante y ratonLa mañana en la que Nemo llegó al refugio, el sol naciente asomaba por el horizonte en la estrecha franja de cielo que dejaban abierto unas grisáceas nubes. Tumbado en la paja de su transporte miraba, entre el polvo del camino que las ruedas levantaban, como las nubes más próximas al sol iban tiñendo con el claro dorado del albor. Su pequeña trompa se deslizaba entre los barrotes captando el olor de las gotas de una tímida lluvia sobre la tierra seca.

Su entrada en el refugio no fue todo lo digno que a él le hubiera gustado. Abrieron la puerta de su jaula y colocaron una rampa de metal desde ésta hasta el suelo. Le tentaron con suculentos biberones de leche y cariñosas palabras de ánimo, pero Nemo, asustado, se pegaba testarudamente al fondo de la jaula. En estas se encontraba cuando, junto a sus patas, vio moverse la paja.

-¿Qué habrá bajo la hierba seca? ¿Tal vez sea una estratagema para hacerme bajar?- Pensó. Y, cuando, del montoncito de hierba que se agitaba, brotó un pequeño ratonzuelo, Nemo se precipito, en una alocada carrera, fuera de la jaula, barritando desesperadamente  y tirando de espaldas al sorprendido personal del refugio, dejando tras de sí una estela de polvo. Cada vez que, a lo largo de su vida, Nemo recordara el episodio, gracias a su portentosa memoria, reiría con ganas.

Pero la agitación pronto dejó paso a la tristeza por la pérdida de su familia y la desubicación que sentía. Llevaba largo tiempo tendido en el suelo en lo más oscuro de su amplio recinto de adaptación cuando escuchó  una vocecilla que le decía:

-¡Jo, vaya susto me has dado antes  en la jaula!- Pero Nemo estaba demasiado triste para asustarse de nuevo o responder siquiera.

El joven ratón insistió:

-Supongo que tú tampoco conoces a nadie por aquí. Yo me alejé de mi familia para curiosear en busca de algo de comida cuando descubrí  aquel montón de paja magnífico para jugar. Y, claro, después de tanto jugar me entró sueño y, al despertar, voy  y me encuentro contigo gritando y pataleando en la jaula, ¡uff, se me ponen los pelos de la cola de punta con solo recordar el susto!- Nemo que ahora lo miraba interesado esbozó una sonrisilla.

-¿Oye, y tú qué eres?- Preguntó el ratón.

-Un elefante-

-¿Y qué saben hacer los elefantes?-

-Hmmmmm…- Dijo Nemo entrecerrando los ojos y mirando al techo –Sabemos recordar-

El ratón lo miró, giró la cabeza a un lado, luego al otro y frunció el ceño. Al ver su desconcierto el elefante añadió.

-¡Sí, no olvido nada!  Puedo, por ejemplo, decirte la lista de los Reyes Paquidermogodos de memoria: Trompataulfo, Colmigérico, Orejalia, Elefanteodorico I, …- Al terminar de recitar, Nemo le preguntó al ratón que tenía los ojos como platos:

-Y tú  ¿qué sabes hacer?-

-Dos cosas: ¡Correr…!- Respondió el  ratón mientras se subía a la cabeza del elefante y empezaba a corretear juguetonamente detrás de las orejas de Nemo. Éste las abanicaba de satisfacción. – ¡…y asustar elefantes!- Y los dos rieron hasta dolerles la tripa.

Puedo decir sin temor a equivocarme que ésta fue una de las pocas veces en que Nemo  se sintió triste, pues desde ese momento se forjó una profunda amistad entre el ratón y el elefante.

Y la vida transcurrió con alegría y serenidad: ambos trabaron amistar con humanos y con otros animales, se sintieron útiles en la vida. Nemo conoció a Sara, una cariñosa elefanta de orejas pequeñas y trompa estilizada con la que tuvo unos grandes y peludos retoños. No sería prudente referir aquí el número de parejas y de hijos que tuvo el ratón, pero tengan por seguro que quedó satisfecho en este aspecto de su vida.

Lamentablemente, el ratón tuvo que ausentarse unos años para cuidar de un tataratataratataranieto que había nacido con una severa irritación crónica de bigotes. No obstante, elefante y ratón nunca se olvidaron.

Aunque no podían estar con su padre tanto como querrían debido a sus responsabilidades, los hijos de Nemo le visitaban de vez en cuando manteniendo una estrecha relación. A ninguno de ellos les resultó extraño que su padre cada vez fuera más pesado al ofrecerles agasajos:

-Seguro que tenéis hambre, ¿os apetecen unos cacahuetes?- repetía Nemo cada dos por tres a pesar de las claras negativas de sus hijos.

Más les extrañó cuando empezó a quejarse de lo que tardaba Sara en regresar a casa: -Pero, papá, ya hace cuatro años que mamá está de gira con el circo-

-¡Es verdad, qué memoria la mía!- asumía Nemo.

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Decision quirúgica para las cataratas: ¿más papel para el Médico de Familia?

CatarataSegún la guía de práctica clínica Catarata en el paciente adulto disponible en Guiasalud:

Existe consenso en que la incapacidad funcional derivada de la disminución de la agudeza visual del paciente, es un criterio muy importante (sino el más apropiado) para indicar la intervención quirúrgica. Por tanto, la cirugía de catarata estaría indicada cuando existe una limitación de la calidad de vida del paciente, de su capacidad para trabajar, para conducir o para realizar sus actividades diarias, independientemente de la agudeza visual.

 Es difícil valorar el impacto que la disminución de visión produce en la vida funcional del paciente, siendo muchos los instrumentos que se han desarrollado para medirla… Entre ellos destaca el cuestionario Visual Function 14 (VF-14) desarrollado por Bernth-Petersen precisamente con este objetivo.  

Las 14 actividades que lo constituyen son: 1. Leer letra pequeña;k 2. Leer un periódico o un libro; 3. Leer letras grandes (títulos) de un periódico o un libro; 4. Reconocer personas a corta distancia; 5. Ver escaleras, peldaños o desniveles; 6. Leer letreros de las calles, señales de tráfico…; 7. Hacer trabajos manuales finos; 8. Hacer crucigramas, cubrir documentos; 9. Jugar a las cartas, dominó…; 10. Participar en deportes; 11. Cocinar; 12. Ver la televisión; 13. Conducir durante el día; 14. Conducir durante la noche.

En esta misma guía se presenta un protocolo de derivación en el que esa valoración de la calidad de vida relacionada con la visión se propone para el especialista en oftalmología, una vez que el médico de familia ha sospechado catarata por disminución de la agudeza visual.

Derivacion catarata guiasalud

Por otro lado, la Consejería andaluza de Saludd, hace tiempo que viene elaborando y siguiendo un proceso asistencial de atención a las cataratas en el que se recomienda que, una vez realizado el «reflejo rojo pupilar», el médico de familia derive a oftalmologia, entre otras cosas para que allí, se valore se indique la cirugía, después de descartar otras causas de pérdida de agudeza visual y ver el grado de pérdida funcional del paciente valorarla mediante el test VF-14. Así lo expresa en su Cartera de Servicios de Atención Primaria de 2008,

derviacion catarata segun consejeria andaluza de salud

En el Reino Unidol según Map of Medicine (2010)   los criterios para  remitir al Oftalmólogo  son:

– debe haber catarata suficiente para ser la causa de los síntomas visuales
– la catarata debe afectar el estilo de vida del paciente
– tener informe de un examen de la vista reciente

En casi todos los condados se proponen condiciones parecidas y, concretamente en el de Manchester:

 La derivación de pacientes con cataratas al oftalmólgo debería, por tanto, estar basada en las tres siguientes indicaciones:

– Agudeza visual reducida

– Afectación al estilo de vida: riesgo de caídas, afectación de la capacidad de conducir o de trabajar, lectura, ver televisión, reconocer caras, etc.

– Que el paciente esté dispuesto a operarse

Sabemos del importante papel del médico de familia en la evaluación de la calidad de vida del paciente junto con este ante la indicación quirúrgica de reemplazo de cadera por coxartrosis , en la deprescripción de fármacos en el paciente anciano y frágil , en la gestión del dolor crónico no oncológico, en la gestión de los problemas cognitivos, en la toma de decisiones sobre la incontinencia urinaria en la mujer, en la valoración de tratamiento farmacológico en el niño febril, la fibromialgia y la depresión, el sufrimiento psíquico en niños y adolescentes, y un larguísimo etc.

Quizás vaya siendo hora de que las guias y consensos españoles valoren el papel del médico de familia, junto con su paciente, en la decisión de intervención quirúrgica en las cataratas.

ELEMENTOS TEÓRICOS RELACIONADOS CON LA CLÍNICA DE MEDICINA DE FAMILIA DESDE UN ENFOQUE SISTÉMICO

 

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